Pumas no dio el ancho ante Tigres, quien se vio mas que fuerte, Pumas no mostro nada de su superliderato, en cambio los regios fueron únicos, solo se vieron ellos, toques a la pelota, grandes jugadas, descolgadas. Ademas del gran ambiente que puso su afición como es costubre, mas ese gran festejo en cada gol de Tigres.
ignac, Aquino y Damm tienen un triángulo perfecto al frente. Un equilátero destructivo y penetrante, engañosamente ligero, pero insospechadamente pesado. Sóbis viene algo más atrás y complementa con su técnica, y precisión también con su pegada.
Dueñas y Pizarro en el medio campo no dieron una zancada inútil, adelantando siempre y lanzando a velocidad o en paredes o dando la pausa necesaria. Siempre había alguien a quien encontrar delante de ellos.
Es cierto que el árbitro, José Alfredo Peñaloza, se inventó un penal de Cortés sobre Sóbis y Gignac puso en ventaja al local a los 15 minutos, pero la reacción inexistente de Universidad dejó en evidencia su carencia emocional extendida a su fútbol.A los 29, Sóbis se coló por derecha dio el esférico a Damm que metió un centro al segundo poste y Aquino pateó al arco para el segundo gol. El tanto de Sóbis, a los 60, tras un rechace de Palacios a un tiro de Gignac, fue una muestra de ello. Fue un golpe futbolístico, pero sobre todo de autoridad.
No se ve como Pumas pueda con este marcador, ya que Tigres tiene buenos resultados como visitante, pero bueno los milagros existen.